El viaje de Chihiro: reseña del comienzo

Si leyeron mi post anterior de TOP 5 PERSONALES, El viaje de Chichiro es una de mis películas favoritas que nunca me cansaré de ver. Si aún no la han visto, deben de verla; no sólo para entender lo que contaré a continuación y sino, después de leer esto la duda de saber de qué se trata los hará verla y se convertirá en una de sus favoritas -MUAHAHA-.

Chihiro es una niña que por cosas mágicas del destino extraño que le llega a tocar, debe salvar a sus padres quienes fueron atraídos por el olor de un banquete, luego de salirse del camino para ir por una ruta más corta a su nueva casa.

Su papá quien fue el que más se emocionó, buscaba el puesto de comida del que se desprendía el aroma. Las calles por las que caminaban eran como las de festivales, estaban repletas de restaurantes, adornos llamativos y letreros con los nombres de los atractivos de lo que parecía era una feria.

Esa parte se veía más conservada que la entrada que estaba abandonada y despintada por la que entraron.

Llegaron al puesto de comida. Habían platos repletos de comida –a lo camionero, bien taipá-. Ellos comenzaron a servirse cantidades exorbitantes de carnes y otras cosas, ni bien dieron el primer bocado de carne se volvieron locos; empezaron a, prácticamente, absorber la comida. 

A pesar de que sus bocas estaban llenas con más de tres tipos de carnes diferentes, seguían masticando, tragando y poniendo más comida en sus platos. En pocos segundos, estaban sucios con grasa y los juegos de la comida que ingerían.

Todo parecía recién cocinado para ser una feria abandonada, las enormes de pollo, cerdo, embutidos, papas, acompañamientos y demás lucían demasiado bien – a pesar de ser dibujo, me dio hambre ver-.

La niña seguía teniendo el presentimiento de que no debían estar ahí… ella quería irse pero no le hacían caso así que se fue a recorrer la feria. Era más grande de lo que pensaba y, por lo visto, sólo la fachada estaba en malas condiciones. Vio una casa de baños que botaba humo negro por la chimenea.

Le pareció extraño. Se paró en el puente que daba ingreso a la gran construcción, escuchó pitidos luego vio pasar un tren por debajo de donde estaba. Un chico apareció de la nada. Le gritó que ya anochecía y que se debía ir.

Él se quedó detrás “distrayendo” a lo que se acercaba. Estaba asustada y confundida. Corrió a buscar a sus padres, las luces de los pasajes se empezaron aprender, faroles rojos iluminaban el camino. Parecía que la feria sólo estaba dormida. Más luces se encendían, los olores de las comidas se mezclaban de los puestos de comida ahora abiertos.

Seguía corriendo, volteó en una esquina. Llegó. Los platos que desbordaban de comida estaban vacíos. Todo estaba sucio. Había comida, desperdicios, huesos y grasa desparramados como una alfombra  en el piso que casi no se podía distinguir. En el centro de toda esta inmundicia, estaban dos seres grandes que no dejaban de comer – como si no hubiera mañana o desayuno, almuerzo ni cena de mañana-. Eran sus padres.

Los llamaba una y otra vez, seguían comiendo. Los movió del brazo, se dio cuenta de sus caras eran las de unos cerdos y que sus cuerpos eran grandes y rosados a pesar de estar cubiertos de comida. Se asustó. Corrió. Se escondió.

Hasta aquí les diré.

Bueno, espero que este post les haya abierto la curiosidad en cuanto a la película, que en mi opinión es muy buena, pero que tienes que verla con cuidado para poder entenderla por completo.

Ficha técnica:

Título original: Chihiro no                                               kamikakushi
Clasificación: Apta para todo                                      público
Género: Anime, fantasía y drama
Duración: 125 minutos
Año: 2001Dirección: Hayao Miyasaki
Dirección artística: Yoji                                              Takeshige
Voces: Bunta Sugawara

             Yasuko Sawaguchi
             Mari Natsuki
             Rumi Hiiragi
             Miyu Irino

País de origen: Japón

Idioma original: Japonés
Productora: Studio Ghibli